
La trama es bastante “heavy”. Reynolds encarna a un contratista norteamericano que es enviado a Irak por la empresa en la que trabaja. Un día, el convoy en el que viaja es atacado por un grupo de terroristas, que lo entierran vivo en un ataúd de madera. El hombre tendrá 90 minutos para conseguir que alguien lo ayude.
Una de las principales bazas de la cinta, rodada con maestría absoluta, es la interpretación de Ryan Reynolds, probablemente más conocido por el gran público por ser el marido de la ubicua Scarlett Johansson o por ser la imagen del nuevo (y por otra parte, estupendo) perfume de Hugo Boss. La verdad es que el mozo se ha especializado principalmente en papeles cómicos (Sólo amigos, La proposición, Van Wilder,la serie Tres para todo), aunque también ha hecho incursiones en el cine de superhéroes (Lobezno) o en el drama (Luciérnagas en el jardín). Esta vez Reynolds se revela como un actor sólido capaz de acometer grandes retos interpretativos y salir más que airoso.
Una de las principales bazas de la cinta, rodada con maestría absoluta, es la interpretación de Ryan Reynolds, probablemente más conocido por el gran público por ser el marido de la ubicua Scarlett Johansson o por ser la imagen del nuevo (y por otra parte, estupendo) perfume de Hugo Boss. La verdad es que el mozo se ha especializado principalmente en papeles cómicos (Sólo amigos, La proposición, Van Wilder,la serie Tres para todo), aunque también ha hecho incursiones en el cine de superhéroes (Lobezno) o en el drama (Luciérnagas en el jardín). Esta vez Reynolds se revela como un actor sólido capaz de acometer grandes retos interpretativos y salir más que airoso.

¡Hay que ver Buried!