sábado, 24 de abril de 2010

Luciérnagas en el jardín, un intenso drama familiar

Por su título, Luciérnagas en el jardín podría ser una de esas anodinas cintas infantiles y/o juveniles en 3-D (¡cómo odio esas dichosas gafas!) que tanto abundan en nuestras carteleras últimamente. Aunque, tal vez, los amantes de la poesía más avispados habrán podido adivinar que el título del film guarda relación con un poema del afamado poeta estadounidense Robert Frost. Luciérnagas en el jardín, escrito y dirigido por el hasta ahora desconocido Dennis Lee, es un complejo drama familiar con toques autobiográficos, rodado con gusto y estéticamente hermoso.

Los excelentes títulos de crédito anuncian un plantel de intérpretes sencillamente impresionante: Ryan Reynolds (marido de Scarlett Johansson especializado en papeles cómicos), el siempre genial Willem Dafoe, Emily Watson (que dota todas sus interpretaciones de un asombroso realismo), Carrie Anne-Moss (Matrix) y ¡sorpresa! Julia Roberts. La que fuera “Novia de América” y considerada por muchos la “woman más pretty” de los noventa, afronta aquí un rol secundario pero de mucho peso en la trama. Como nota curiosa (y puramente cotilla) añadir que el marido de la Roberts, Danny Moder, ejerce de director de fotografía de la película.

Michael Waechter (Reynolds) es un escritor que reside en Nueva York y regresa por unos días al hogar familiar. Un trágico suceso trastocará la vida de todos los miembros del clan y, como no podía ser de otra manera en este tipo de películas, sacará a la luz algún que otro secreto. La difícil y tensa relación entre Michael y su estricto padre (Dafoe) ocupa gran parte del argumento, que también se vale de “flashbacks” para ahondar en las relaciones entre los personajes centrales. Resulta interesante descubrir el modo en el que reacciona cada uno de ellos tras la tragedia. Eso sí, el espectador debe intentar no despistarse (si van al baño, por favor, hagan uso del “pause”) para captar todos los detalles.
En general podría decir que Luciérnagas en el jardín me ha gustado, aunque me ha dejado un poco tibio. El debut cinematográfico de Lee se sitúa a medio camino entre lo inolvidable y lo fácilmente olvidable, lo que, visto la calidad de los filmes que se estrenan en la pantalla grande en los últimos tiempos ya es bastante. A destacar, el magnífico reparto y el aspecto estético. Reynolds (desternillante en La proposición, junto a Sandra Bullock) demuestra que lo suyo también puede ser el drama y Dafoe y Watson no defraudan. La Roberts también se aleja de sus papeles habituales y los más jóvenes del cast, los niños, se desenvuelven con una soltura que ya quisieran muchas arrogantes estrellas en ciernes.

No es una película apta para todo tipo de espectadores (si sólo le gustan las cintas “adrenalíticas”, absténgase), pero a pesar de ser un dramón en toda regla, que nadie espere agotar un paquete entero de kleenex.

sábado, 17 de abril de 2010

Películas de treintañeros

Cada año llegan a nuestras pantallas infinidad de filmes protagonizados por jovencitos veinteañeros que simulan tener 17 años y están permanentemente en estado de celo. Las películas de instituto son perfectas para devorar palomitas a mansalva y disfrutar del humor más escatológico, pero en la mayoría de los casos resultan menos profundas que un anuncio de productos de limpieza. Aunque, a decir verdad, yo quería hablaros de películas protagonizadas por treintañeros, esas que muestran de manera más o menos acertada las preocupaciones, los miedos, las aspiraciones y los problemas de dicha generación. Os presento una breve y personalísima selección de títulos relacionados con el tema:

1. Beautiful Girls (Ted Demme, 1996). Para mí, la película de treintañeros por excelencia. Timothy Hutton encarna a un pianista que vuelve a su pueblo natal para asistir a una reunión de antiguos alumnos; allí se reencontrará con viejos (y nuevos) amigos. El reparto de este film sencillo y costumbrista es más que redondo: Uma Thurman, Matt Dillon, Mira Sorvino, una jovencísima Natalie Portman en plan Lolita, Lauren Holly, la divertida Rosie O’Donnell en estado de gracia… Tras verla, seguro que más de uno acabó tarareando la inolvidable (y pelín cursi, por cierto) “Sweet Caroline” de Neil Diamond.
2. Los amigos de Peter (Kenneth Brannagh, 1993). Kenneth Brannagh, auténtico devoto de Shakespeare, dirigió esta comedia muy british y reunió a un fantástico elenco de actores, incluyendo a su pareja de entonces, Emma Thompson, Stephen Fry (Wilde), Imelda Staunton y Hugh Laurie, uno cuantos años antes de convertirse en el doctor más borde de la caja tonta, House. Una Navidad Peter decide reunir de nuevo a sus amigos de la Universidad, a los que revelará un gran secreto. Se da la circunstancia de que muchos de los intérpretes son grandes amigos en la vida real (la mayoría de ellos han trabajado juntos en numerosas ocasiones) y ese “buen-rollismo” traspasa la pantalla. Su banda sonora, ochentera y tremendamente pegadiza.

3. Alta fidelidad (Stephen Frears, 2000). Stephen Frears adaptó muy dignamente la novela homónima del conocido escritor británico Nick Hornby. Tras ser abandonado por su última novia, Rob Gordon (genial John Cusack), un neurótico treintañero apasionado de la música, repasa todas sus fallidas relaciones sentimentales. Entre sus ex ligues, Catherine Zeta-Jones, Lili Taylor y Lisa Bonet (sí, la de La hora de Bill Cosby). La música juega un papel importantísimo en la trama y los excéntricos coleguitas del protagonista (Jack Black y Todd Louiso) son de traca. Cameos de Tim Robbins y “El Boss” Bruce Springsteen.

4. El diario de Bridget Jones (Sharon Maguire, 2001). Bridget Jones es otra conocida anti heroína de best-seller que dio el salto –con éxito- a la gran pantalla. De hecho, muchos consideran a su autora, Helen Fielding, como la versión masculina del anteriormente citado Nick Hornby. Puede parecer un tópico en toda regla, pero la película es peor que el libro. De todas maneras, resulta casi imposible sentir animadversión hacia esta simpática treintañera (inmortalizada por Renée Zellweger) cuya desastrosa vida y manía por contar las calorías de cada uno de los alimentos que engulle pueden provocar las risas de los espectadores más mustios. El film nos dejó algunos momentos antológicos como la escena en la que la moza acude a una fiesta disfrazada de conejita Playboy. Hugh Grant como jefe seductor y caradura y Colin Firth como un soso-man bondadoso completan el reparto de la cinta. Dio pie a una secuela, basada a su vez en la segunda parte de la novela.

5. After (Alberto Rodríguez, 2009). Último largometraje –por el momento- de Alberto Rodríguez, director de 7 vírgenes. Julio (Willy Toledo), Manuel (Tristán Ulloa) y Ana (Blanca Romero) son tres amigos cuyos caminos vuelven a cruzarse. Sexo, alcohol y drogas están presentes en esta película cruda y realista, que probablemente haga reflexionar a más de uno. Que Toledo (fue una auténtica lástima que retiraran de la parrilla la excelente serie Cuestión de sexo) y Ulloa lideren el reparto es más que un buen augurio y Blanca Romero demuestra que no es sólo una ex de famoso con suerte (estuvo nominada al Goya). También aparece el perseguidísimo ídolo teen Maxi Iglesias.

6. Cuando llega el otoño (Mike Binder, 1993). Una película que muy pocos conocen, cuyo terrible título en castellano puede espantar a más de uno (el original es Indian Summer). Se trata de una “feel-good-movie” repleta de buenas intenciones que relata las peripecias de un grupo de amigos que vuelve al campamento en el que se conocieron cuando eran unos niños. Las situaciones divertidas y las aventuras para todos los públicos abundan en este inofensivo largometraje que resulta idóneo para una tarde lluviosa en casa. El elenco está compuesto por eficientes actores que no llegaron a triunfar, a excepción de la atractiva Diane Lane.

miércoles, 7 de abril de 2010

El concierto: música y risas, de la mano

A veces uno abandona la sala del cine esbozando una pequeña sonrisa. Y no, no me refiero a cuando salimos de ver una película de terror gore tras dejarnos achuchar por nuestra pareja/ligue/rollo etc… Vale que los arrumacos en el cine están más que bien, pero la reacción anteriormente relatada también puede ser provocada por un film entrañable. Eso es, precisamente, lo que me ocurrió con El Concierto, largometraje dirigido por el realizador rumano Radu Mihaileanu (Vete y vive, El tren de la vida). Se trata de un particular homenaje a la música y a Tchaikovsky, una tragicomedia a la antigua usanza que seguro no dejará indiferente a nadie. También es una película con moraleja (“si uno lucha con fuerza por lo que quiere, puede conseguirlo”) y llena de buenas intenciones.

En la época de Brezhnev, Andreï Filipov (Alexei Guskov) era considerado uno de los mejores directores de orquesta de toda la Unión Soviética y dirigía la Orquesta del Bolshoi. Pero Filipov se negó a despedir a sus músicos judíos y fue fulminantemente destituido de su cargo. Han pasado treinta años desde entonces y el buen hombre sigue trabajando para el Bolshoi, aunque su labor poco tiene que ver con la música: es limpiador. Un buen día se apropia “accidentalmente” de un fax del Teatro de Châtelet invitando a la Orquesta del Bolshoi a tocar allí. Filipov decide reunir de nuevo a sus antiguos (y realmente peculiares) compañeros y suplantar a los verdaderos miembros de la Orquesta. Todos ellos han rehecho lo mejor que han podido sus vidas, pero no dudarán en acompañar a Andreï en su insólita aventura. Una joven y afamada violinista (Mélanie Laurent) también se unirá al grupo.
El concierto ganó dos premios César del cine francés (Música y Sonido) y estuvo nominada para otros cuatro: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Montaje. Las situaciones y personajes surrealistas -que despertarán la simpatía de la mayoría de los espectadores- abundan en la trama de esta disparatada cinta coproducida entre Francia, Italia, Rumanía y Bélgica.

El excelente reparto es una de las grandes armas de las que se vale El concierto. Alexei Guskov y Dimitri Nazarov (que encarna al entrañable mejor amigo del protagonista) están excepcionales. Anna Kamenkova da vida a la mujer de Andreï, que se dedica a buscar figurantes para eventos de muy diversa índole (manifestaciones, bodas…) y provoca más de una, dos y tres carcajadas. La parte francesa es mucho más conocida para el gran público: la guapa y elegante Mélanie Laurent, toda un star del cine galo a la que vimos recientemente en Malditos bastardos de Tarantino, la veterana Miou-Miou (ha trabajado a las órdenes de los directores franceses más prestigiosos) o François Berléand (Los chicos del coro).

El maravilloso y emotivo final es, probablemente, el momento más memorable de El concierto, una película inofensiva, digna de ver y “escuchar”, incluso para aquellos que ignoran quién fue Tchaikovsky.

viernes, 2 de abril de 2010

Conoce a las protagonistas de Sexo en Nueva York

Mr. Big, los Cosmopolitan, los Manolos… Son términos que estarán eternamente ligados a la serie Sexo en Nueva York, todo un hito de la televisión estadounidense que ha trasladado su éxito a la gran pantalla. Hace unos días, Sarah Jessica Parker, Kristin Davis y Cynthia Nixon, o lo que es lo mismo, Carrie, Charlotte y Miranda, recogieron en el ShoWest 2010 el Premio al Mejor Elenco; Kim CattrallSamantha- estaba en Londres y no pudo asistir al evento. Las cuatro mujeres vuelven a estar de actualidad porque dentro de pocos meses estrenarán la secuela de la versión cinematográfica de la serie que tanta fama les reportó. La primera entrega se convirtió en uno de los filmes más taquilleros de 2008 en todo el mundo y la grabación de una segunda parte parecía inevitable. Aunque, seamos sinceros, el film era mucho menos irreverente e irónico que la serie original y le sobraba metraje y alguna que otra dosis de azúcar. Las retinas de algunos espectadores explotaron con tanto modelito fashion y glamourosos zapatos. Pero al César lo que es del César: era entretenida y contentó a la gran mayoría de fans que echaban de menos a las cuatro mujeres más fabulosas (un eufemismo para no decir “pijas”) de Manhattan.

El director y guionista Michael Patrick King promete sorpresas para esta segunda parte: cameos de personalidades tan diferentes como Miley Cyrus (la pesada Hannah Montana, que parece poseer el don de la ubicuidad), Penélope Cruz y Liza Minnelli, una inesperada y espectacular boda, un viaje al desierto (parte de la película se rodó en Marruecos)… Abajo tenéis el tráiler para juzgar vosotros mismos.

Pero, tal y como indica el título del post, voy a hablaros de las cuatro protagonistas.

1. Sarah Jessica Parker (Carrie Bradshaw). Más fea que guapa, delgadísima y dueña de una gran nariz, Parker se ha convertido en uno de los iconos de la moda contemporánea. Diseñó su propia línea de ropa, fue imagen de la marca Gap y tiene varios (y exitosos) perfumes en el mercado. Está ¿felizmente? casada con Matthew Broderick (cuya carrera está muy, pero que muy estancada) y lleva tres décadas en el mundo de la interpretación. Antes de convertirse en la quintaesencia de la chica neoyorquina, se labró un nombre en la industria. De jovencita interpretó a una empollona con escaso sex-appeal en la serie Square Pegs y apareció en películas típicamente ochenteras como Footloose, Las chicas sólo piensan en divertirse o El vuelo del navegante. En los noventa consiguió papeles de cierto calado en filmes como Tres mujeres para un caradura, al lado de Steve Martin, Luna de miel para tres, con Nicolas Cage, El retorno de las brujas (era la más “guapa” de las hermanas), Ed Wood, Miami o el eficaz thriller Persecución mortal, junto a todo un experto del género: Bruce Willis. También explotó su vis cómica con memorables roles secundarios en El club de las primeras esposas y Mars Attacks!
La verdad, su trayectoria “post-Carrie” no ha sido demasiado brillante: ha protagonizado La joya de la familia, la olvidable Novia por contrato o la reciente ¿Qué fue de los Morgan?, una comedia co-protagonizada por Hugh Grant que se estrelló en las taquillas de medio mundo. En las vitrinas de su casa no faltan premios, ya que posee dos Emmys y cuatro Globos de Oro, entre otros reconocimientos.
2. Kim Cattrall (Samantha Jones). Probablemente sea una de las cincuentonas más atractivas del Hollywood actual. Cuando llegó al set de Sexo en Nueva York para interpretar a la desinhibida Samantha Jones, Cattrall era una curtida y versátil intérprete en horas bajas. Inglesa de nacimiento y canadiense de adopción, debutó en el cine en 1975, con Rosebud, y después ejerció de actriz invitada en conocidos seriales de la época: Colombo, Starsky y Hutch, El increíble Hulk, Los Ángeles de Charlie… En los ochenta no le faltó trabajo. Muchos la recordarán como la profesora de gimnasia de Porky’s, aunque también fue la protagonista femenina de la primera Loca Academia de Policía, estuvo en la cinta de John Carpenter Golpe en la pequeña China (tenía como partenaire a Kurt Russell) y encarnó a una hermosa “maniquí-humana” en la kitsch y popular Maniquí, donde causaba más de un quebradero de cabeza al bueno de Andrew McCarthy. Hasta principios de los noventa siguió trabajando en productos conocidos como el thriller Mascarada para un crimen (protagonizado por la star de los ochenta por excelencia: Rob Lowe), El regreso de los mosqueteros, La hoguera de las vanidades y Aquel país desconocido, sexta película de la franquicia Star Trek. Estuvo unos cuantos años deambulando por productos mediocres y después, gracias a Sexo en N.Y., volvió al cine, aunque en papeles secundarios: 15 minutos, Crossroads (como madre de Britney Spears, jajajaja), Soñando, soñando…triunfé patinando y en la recién estrenada El escritor, dirigida por Roman Polanski y en la que comparte cartel con Pierce Brosnan y Ewan McGregor. En los últimos años ha trabajado mucho en el teatro. Ha estado casada en tres ocasiones e incluso salió con el que fuera primer ministro canadiense Pierre Trudeau.
3. Kristin Davis (Charlotte York). Para dar vida a la eternamente optimista Charlotte, la más conservadora y puritana de las cuatro mujeres, Darren Star (creador de la serie) pensó en Kristin Davis, que a pesar de no ser demasiado conocida era toda una veterana de la televisión. De hecho, Star y Davis ya habían trabajado juntos uno de los culebrones más recordados de los noventa: Melrose Place. Kristin interpretó a Brooke, una joven rica, mimada y manipuladora, que se casaba con Billy y hacia la vida imposible a la aburrida y alcohólica Allison. Esta guapa sureña, dueña de una belleza tipo “vecina de al lado”, hizo su primera aparición en la olvidable y barata cinta de terror Manicomio (Doom Asylum). Después se concentró en la pequeña pantalla con un papel fijo en la célebre telenovela yanqui Hospital General e hizo apariciones en diversas series como El show de Larry Sanders, Urgencias o La Dra. Quinn.
La vimos en un cameo en la divertida Nueve meses y tras dejar Melrose Place -los espectadores odiaban a su personaje- no hizo nada del otro jueves (una larga lista de telefilmes) . Los fans de Seinfeld la recordarán como una novia de Jerry que protagoniza un desagradable incidente con un cepillo de dientes. Cuando ya era conocida como Charlotte la vimos en capítulos de Friends y Will y Grace y últimamente su nombre ha estado asociado a taquilleras comedias familiares cuya calidad puede ser fácilmente puesta en duda: Las aventuras de Sharkboy y Lava Girl, Un vecino con pocas luces, Cariño estoy hecho un perro… Recientemente encarnó a una esposa aburrida de su matrimonio en Todo incluido. Al igual que la “Sarah Jessi”, Kristin ha trabajado en el mundo de la moda y la publicidad: diseñó su línea de ropa para los grandes almacenes Belk y ha protagonizado campañas publicitarias para Head & Shoulders, Maybelline o Ahava. No está casada ni tiene hijos y su actual pareja es Russell James, fotógrafo de Victoria’s Secret.
4. Cynthia Nixon (Miranda Hobbes). Esta neoyorquina tuvo claro desde bien pequeña que lo suyo era la interpretación. Antes de conseguir el status de “celebrity” era una prestigiosa y reputada intérprete teatral. Era una niña cuando apareció en su primera película: Faldas revoltosas, junto a la olvidada Tatum O’Neal. Tuvo un pequeño papel en Amadeus y co-protagonizó Juguete mortal al lado de John Lithgow. Estuvo en un montón de telepelículas, como invitada en series tan emblemáticas como Se ha escrito un crimen y Ley y Orden e interpretó papeles secundarios en El informe pelicano, La familia Addams 2, El peque se va de marcha y La habitación de Marvin. Debían ser papeles muy pequeños, porque he visto todas esas películas y no la recuerdo en ninguna…
Gracias a la irónica, inteligente y sincera Miranda Hobbes consiguió la popularidad que tanto se le resistía. Tras su periplo en la serie de la HBO tuvo intensas apariciones estelares en series como House, Urgencias y Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales y encarnó a Eleanor Roosevelt en la miniserie Warm Springs, donde coincidió con Kenneth Brannagh. En 2006 ganó un Tony como protagonista por su interpretación en el montaje teatral Rabbit Hole. En el cine se ha decantado, sobre todo, por filmes independientes y festivaleros: Pequeño Manhattan, One Last Thing, The Babysitters, Lymelife… Hace algunos años ocupó (involuntariamente) titulares de la prensa amarilla cuando saltó a la luz su relación con la activista Christine Marinoni, con la que sigue en la actualidad. Anteriormente mantuvo una larga relación con el profesor Danny Mozes, padre de sus dos hijos.