miércoles, 7 de abril de 2010

El concierto: música y risas, de la mano

A veces uno abandona la sala del cine esbozando una pequeña sonrisa. Y no, no me refiero a cuando salimos de ver una película de terror gore tras dejarnos achuchar por nuestra pareja/ligue/rollo etc… Vale que los arrumacos en el cine están más que bien, pero la reacción anteriormente relatada también puede ser provocada por un film entrañable. Eso es, precisamente, lo que me ocurrió con El Concierto, largometraje dirigido por el realizador rumano Radu Mihaileanu (Vete y vive, El tren de la vida). Se trata de un particular homenaje a la música y a Tchaikovsky, una tragicomedia a la antigua usanza que seguro no dejará indiferente a nadie. También es una película con moraleja (“si uno lucha con fuerza por lo que quiere, puede conseguirlo”) y llena de buenas intenciones.

En la época de Brezhnev, Andreï Filipov (Alexei Guskov) era considerado uno de los mejores directores de orquesta de toda la Unión Soviética y dirigía la Orquesta del Bolshoi. Pero Filipov se negó a despedir a sus músicos judíos y fue fulminantemente destituido de su cargo. Han pasado treinta años desde entonces y el buen hombre sigue trabajando para el Bolshoi, aunque su labor poco tiene que ver con la música: es limpiador. Un buen día se apropia “accidentalmente” de un fax del Teatro de Châtelet invitando a la Orquesta del Bolshoi a tocar allí. Filipov decide reunir de nuevo a sus antiguos (y realmente peculiares) compañeros y suplantar a los verdaderos miembros de la Orquesta. Todos ellos han rehecho lo mejor que han podido sus vidas, pero no dudarán en acompañar a Andreï en su insólita aventura. Una joven y afamada violinista (Mélanie Laurent) también se unirá al grupo.
El concierto ganó dos premios César del cine francés (Música y Sonido) y estuvo nominada para otros cuatro: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Montaje. Las situaciones y personajes surrealistas -que despertarán la simpatía de la mayoría de los espectadores- abundan en la trama de esta disparatada cinta coproducida entre Francia, Italia, Rumanía y Bélgica.

El excelente reparto es una de las grandes armas de las que se vale El concierto. Alexei Guskov y Dimitri Nazarov (que encarna al entrañable mejor amigo del protagonista) están excepcionales. Anna Kamenkova da vida a la mujer de Andreï, que se dedica a buscar figurantes para eventos de muy diversa índole (manifestaciones, bodas…) y provoca más de una, dos y tres carcajadas. La parte francesa es mucho más conocida para el gran público: la guapa y elegante Mélanie Laurent, toda un star del cine galo a la que vimos recientemente en Malditos bastardos de Tarantino, la veterana Miou-Miou (ha trabajado a las órdenes de los directores franceses más prestigiosos) o François Berléand (Los chicos del coro).

El maravilloso y emotivo final es, probablemente, el momento más memorable de El concierto, una película inofensiva, digna de ver y “escuchar”, incluso para aquellos que ignoran quién fue Tchaikovsky.

2 comentarios:

Finileta dijo...

Había leido muy buenas críticas de esta película!! A veces los filmes pequeños, más "independientes" sorprenden más gratamente que las grandes superproducciones.

Tendré en cuenta la recomendación!

Anónimo dijo...

Pues me voy a animar a verla ke tiene buena pinta!!

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