lunes, 31 de mayo de 2010

Legión, una fantasmada de mucho cuidado

Legión no es una de esas películas que acostumbre a ver en la gran pantalla. He de reconocer que no soy, precisamente, un apasionado del género fantástico. Pero, de vez en cuando, me decanto por una de esas superproducciones millonarias y potencialmente taquilleras que, mira tú por dónde, consiguen entretenerme y hacerme olvidar las preocupaciones del día a día. Y si la sesión va acompañada de un descomunal paquete de palomitas y coloridas chucherías con más azúcar que un episodio de La casa de la pradera, mejor que mejor.

Cualquier espectador medianamente cuerdo que haya leído la sinopsis de Legión habrá hecho, al menos, un gesto de sorpresa. El argumento tiene menos sentido que todas las películas de Lindsay Lohan y Hillary Duff juntas (ah, ¿qué eso era posible? Pues sí).

Dios pierde la fe en la Humanidad y envía a ángeles para que desaten la Apocalipsis y acaben con la raza humana. La única esperanza es el bebé que espera Charlie, una camarera con pocas aspiraciones que trabaja en una cafetería en medio de la nada. Esta cafetería de mala muerte (desde luego, yo no me pararía allí ni aunque hubiera bebido muuuuuuucha agua y…ya me entendéis) es el escenario central del film, donde Charlie y el resto de personajes principales (el dueño del tugurio, su hijo y su socio, una pareja cuyo coche se avería por el camino y su rebelde hija y un hombre con un pasado oscuro) deben hacer frente a todos los humanos poseídos por ángeles que desean acabar con la vida del bebé de la chica. A ellos se unirá el enigmático y poco dicharachero arcángel Michael, que no está dispuesto a cumplir las órdenes que le han sido dictadas.

La verdad, en el debut como realizador y guionista de Scott Stewart (muy curtido como creador de efectos visuales) nada parece tener sentido. Stewart ha elaborado -¿con esmero?- un plato combinado que incluye tiros y sangre por doquier, una galería de personajes que no destacan por su simpatía y un par de conversaciones que se pasan de trascendentales, al menos si tenemos en cuenta el tono general de la película. Desde luego, me quedo con dos escenas que demuestran que, una vez más, las apariencias engañan y que los personajes más “entrañables” pueden acabar arrancándote las “entrañas”. Los que la hayáis visto sabréis de sobra a qué me refiero.

Eso sí, Legión cuenta con un magnífico elenco de actores. El encargado de dar vida al arcángel Michael es Paul Bettany (Master and Commander, Una mente maravillosa, Wimbledon, El código Da Vinci), uno de los intérpretes más interesantes de su generación, que suele bordar los papeles de villano. Junto a él, destacan un avejentado Dennis Quaid, Lucas Black (A todo gas: Tokyo Race), Tyrese Gibson (muy curtido en el cine “palomitero”) y Kate Walsh (la doctora Addison de Anatomía de Grey y Sin cita previa).

Una película para pasar el rato, que sin duda no pasará a la historia del cine, pero que puede servir para entretener al personal.

lunes, 24 de mayo de 2010

Un ciudadano ejemplar, un thriller muy eficaz

Gerard Butler es probablemente el actor más "cool" del momento. Saltó a la fama como un súper-robusto Leónidas en 300, luego se puso sentimentaloide en Posdata: te quiero, sufrió las consecuencias de ser infiel en Chantaje, volvió a repartir candela a diestro y siniestro en Gamer y RocknRolla y protagonizó comedias románticas del montón como Exposados y La cruda realidad. Ahora, el intérprete escocés vuelve a nuestras pantallas con la cinta Un ciudadano ejemplar, de F. Gary Gray (The Italian Job), en la que se bate en un intenso duelo interpretativo con el oscarizado Jamie Foxx.

Butler encarna a Clyde Shelton, que durante la primera escena es “el ciudadano ejemplar” del título. Pero tras los primeros minutos de sosiego, un hecho estremecedor deja atónito hasta al más impasible de los espectadores: dos hombres irrumpen en la casa de la familia Shelton y asesinan brutalmente a la mujer e hija de Clyde. Ambos son detenidos, pero gracias a la mediación del fiscal del distrito (Jamie Foxx) y tras testificar contra su cómplice -que es condenado a muerte-, uno de ellos queda impune. Desolado, Shelton decide tomarse la justicia por su mano y vengarse de los criminales y aquellos que estuvieron involucrados en el caso.

Un ciudadano ejemplar es un thriller eficaz, de esos que mantienen al espectador en vilo de principio a fin. Durante algo más de 100 minutos asistimos a un espectáculo trepidante, lleno de sorpresas y muertes inesperadas. Alguna imagen grotesca asoma por la pantalla y en ciertos momentos el film puede resultar un tanto inverosímil; el personaje de Butler es “demasiado listo”, un ingeniero que inventa cachivaches y parece ser la reencarnación moderna de McGyver. Lo más interesante de Un ciudadano ejemplar es que podemos llegar a sentir empatía hacia Clyde, que se supone es el malo de la función. El fiscal interpretado por Foxx sigue el sistema y las normas preestablecidas, pero, a la hora de la verdad, suscita mucho menos interés que su antagonista. Ambos actores realizan interpretaciones notables, aunque es Butler quien pone toda la carne en el asador. El resto del elenco pasa bastante desapercibido: andan por ahí el entrañable Colm Meaney (Café irlandés), la guapa Leslie Bibb (de la serie Popular) o Regina Hall (vista en la saga de Scary Movie).
En resumidas cuentas, estamos ante una película entretenida, que nos hará reflexionar acerca de las lagunas del sistema judicial actual y preguntarnos aquello de “¿qué haría yo si me pasara algo así?”

martes, 18 de mayo de 2010

Pudieron haber sido estrellas, pero… (IV)

Vuelve una de las secciones predilectas del humilde cinéfilo que escribe estas líneas. Un particular (y sentido) homenaje a aquellos actores y actrices en su día prometedores que por alguna razón no triunfaron y se vieron relegados a productos de serie B o, lo que es peor, desaparecieron del show-business sin dejar rastro. Ellos pueden atestiguar mejor que nadie que la fama es efímera.

1. Ralph Macchio. El chaval llegó a Hollywood pisando más fuerte que Sergio Dalma en los noventa. Tuvo su primer papel importante en la serie catódica Con ocho basta y poco después formó parte del jovencísimo elenco de Rebeldes, una de las películas más emblemáticas de los ochenta. Subió al Olimpo de la popularidad “teenager” interpretando a Daniel Larusso, el alumno más aventajado del inolvidable Miyagi, en Karate Kid. El éxito de la cinta fue tal que dio pie a varias secuelas: Macchio protagonizó las dos siguientes y una inexperta Hillary Swank -pre Oscars- hizo lo propio con la cuarta entrega. Y como levantas una piedra y te sale un “remake”, dentro de poco se estrenará una nueva versión del film original, con Jaden Smith (hijo de Will Smith, que ejerce de productor) y Jackie Chan. Pero, a lo que vamos, la carrera posterior de Macchio ha sido más que discreta. A excepción de Mi primo Vinny y Desnudo en Nueva York, la mayoría de sus películas no se han estrenado aquí. Bueno, al menos tuvo un papel regular en la serie Betty.
2. Elizabeth Berkley. Pasó de ser la empollona de Salvados por la campana a encarnar a una sensual stripper en Showgirls. Lamentablemente, la cinta dirigida por Paul Verhoeven fue un estrepitoso fracaso, alejando a Berkley del codiciado status de estrella. Aún así, la rubia de Michigan consiguió pequeños papeles en películas dirigidas por directores de renombre como Tom DiCillo (Una rubia auténtica), Woody Allen (La maldición del escorpión de Jade) y Oliver Stone (Un domingo cualquiera). También estuvo en El club de las primeras esposas. En los últimos tiempos ha hecho apariciones en series como C.S.I. Miami , The L World o Sin rastro y ha impresionado a los críticos con sus trabajos teatrales. Es vegetariana, estudió en UCLA, está casada con un sobrino del diseñador Ralph Lauren y dirige un programa de autoayuda para chicas adolescentes llamado Ask Elizabeth. Sorpresas que da la vida.
3. Jason James Richter. Otro niño actor que no consiguió encauzar su carrera tras dejar atrás la pubertad. Se inició en el negocio de la mejor manera posible: interpretando al niño que entabla una entrañable amistad con una orca en Liberad a Willy, una de las cintas familiares más taquilleras de los noventa. Repitió papel en las dos secuelas, también protagonizó la tercera parte de La historia interminable -que era para echarse a llorar- y estuvo en un videoclip de Michael Jackson. Lo de hacerse mayor no le sentó bien a su carrera: apareció como invitado en varias series (por ejemplo, Sabrina, cosas de brujas) y protagonizó la película Ricochet River, junto a una principiante Kate Hudson. En la actualidad ejerce de bajista en el grupo Fermata (¿les suena? A mí, tampoco). 4. Mia Sara. A muy pocos les resultará familiar su nombre. En 1985 interpretó a la protagonista femenina del film fantástico Legend, dirigido por Ridley Scott. Su “partenaire” fue un jovencísimo Tom Cruise, antes de convertirse en el cienciólogo más famoso del planeta y lucir una perfecta sonrisa que no es de este mundo. Interpretó a la novia del caradura Ferris Bueller (encarnado por Matthew Broderick) en la cinta clásica de los ochenta Todo en un día y a la mujer del hipermusculado Jean-Claude Van Damme en Timecop. No ha dejado de trabajar (como en la serie de corta vida Birds of Prey), aunque calidad y cantidad no siempre van de la mano. Estuvo casada durante seis años con Jason Connery (hijo de Sean), padre de su hijo, y también mantuvo una relación con Brian Henson (hijo del mítico Jim Henson, creador de Los Teleñecos). Vamos, aunque como actriz las cosas le hayan ido más bien regular, seguro que la chica no vive nada mal.

domingo, 9 de mayo de 2010

Open Graves, serie muy B rodada en Bizkaia



Hace algunos años, cuando aún sufría de acné y subrayaba los apuntes con rotuladores fosforitos, veía todas las películas de terror adolescente que copaban las carteleras cinematográficas. Todas ellas eran la mar de previsibles y estaban protagonizadas por la “reina del grito” de turno (la Love Hewitt, la Gellar, Neve Campbell…) y elencos de jóvenes sin ningún problema de fotogenia. Ayer volví a adentrarme en el género “slasher” con la película Open Graves (que podría traducirse como Tumbas abiertas). Que yo sepa este film no se ha estrenado entre nosotros, aunque ya está disponible en DVD en Estados Unidos.

Se trata del primer largometraje dirigido por Álvaro de Armiñán, que cuenta con una dilatada trayectoria como ayudante de dirección. Rodada en inglés, los actores principales son los estadounidenses Mike Vogel (un rubiales de gimnasio visto en Poseidón) y Eliza Dushku (conocida por dar vida a Faith en Buffy, cazavampiros y coprotagonista de la cinta de animadoras A por todas). Como dato curiosísimo destacar que Open Graves fue grabada mayoritariamente en Bizkaia y el espectador que conozca la costa vasca podrá reconocer fácilmente lugares tan emblemáticos como San Juan de Gaztelugatxe, la playas de Mundaka y Sopelana, los acantilados de La Galea, el faro de Matxitxako, el hospital de Gorliz
Coincido con la mayoría de las críticas que apuntan a que la película es una mezcla poco lucida de Jumanji y Destino final. Entretiene, pero no da ni pizca de miedo, y los efectos especiales no son nada espectaculares, más bien, todo lo contrario. Open Graves es un film de serie B olvidable. Y para qué negarlo, la historia tampoco es el colmo de la originalidad: un joven (Mike Vogel) encuentra un viejo (y tenebroso) juego de mesa llamado “Mamba” y decide echar una partidita con sus amigotes y una hermosa moza aficionada al surf (Eliza Dushku) a la que acaba de conocer. Los jugadores eliminados sufrirán terribles consecuencias y el ganador podrá pedir un deseo. El final es un pelín ridículo, se me ha escapado hasta una ligera sonrisa. Por suerte, no parece que Open Graves vaya a tener secuelas como suele ser habitual en este tipo de género. En el reparto, además de a Vogel y Dushku, encontramos al actor andaluz de origen irlandés Alex O’Dogherty (popular gracias a sus papeles en Cámera Café y Doctor Mateo) y al veterano Gary Piquer (El último viaje de Robert Rylands). El joven Ander Pardo -cuyo inglés es mil veces mejor que el de Pé- encarna a uno de los chavales ávidos de emociones fuertes y en brevísimas apariciones podemos ver a los curtidos actores vascos Martxelo Rubio (visto en la serie de ETB-1 Goenkale y en 27 horas) y Paul Zubillaga (que también apareció en Goenkale, además de en largometrajes como Nada en la nevera).

Sinceramente, Open Graves no será ninguna maravilla, pero me ha hecho ilusión ver en pantalla lugares que conozco tan bien; las playas de Malibú las tengo ya muy vistas. Y creo que durante el visionado no he bostezado ni una sola vez. Eso ya es algo ¿verdad?

lunes, 3 de mayo de 2010

Fantástico Sr. Fox, una cinta de animación poco convencional

Muchos de los libros del genial Roald Dahl han sido llevados a la gran pantalla. Y, aunque plasmar con fidelidad la magia de los escritos de Dahl sea una tarea más que ardua, en la mayoría de los casos las adaptaciones no han defraudado. Hace pocos años Tim Burton dirigió una encomiable versión de Charlie y la fábrica de chocolate (décadas atrás ya fue llevada al cine con Gene Wilder como protagonista) y en 1996 el polifacético Danny DeVito también hizo su propia incursión en el universo Dahl adaptando la inolvidable Matilda. ¿Y qué mozalbete de los noventa podría olvidar La maldición de las brujas (basada en Las brujas), con una endiablada Anjelica Huston en estado de gracia? Danny, el campeón del mundo y James y el melocotón gigante también conocieron sendas versiones cinematográficas. Ahora llega el turno de El Superzorro, que acaba de estrenarse en nuestras pantallas bajo el título de Fantástico Sr. Zorro.

Tras las cámaras está uno de los directores más excéntricos del panorama actual: Wes Anderson (Viaje a Darjeeling, Life Aquatic, Los Tenenbaums), fan confeso del libro. Anderson también ha coescrito el guión junto a su colaborador habitual Noah Baumbach y ha contado con las voces de muchos de sus actores fetiche (Owen Wilson, Bill Murray, Jason Schwartzman…). Fantástico Sr. Fox es una divertida comedia animada en “stop-motion” apta para todos los públicos y que probablemente no aburrirá a los progenitores que se vean arrastrados por sus insistentes hijos a las salas de cine. La historia se centra en el carismático Sr. Zorro (que en la V.O. tiene la inconfundible voz de George Clooney), que lleva una apacible vida junto a su mujer (doblada por la omnipresente Meryl Streep) y a su rebelde e incomprendido hijo. La familia recibirá la visita de un místico y pedante sobrino, Kristofferson, que parece ser el colmo de la perfección. Pero el patriarca -que actualmente ejerce de columnista en un periódico- ansía emociones fuertes y aventuras… Como no podía ser de otra manera, sus andanzas traerán consigo peligrosas consecuencias.

Junto a la familia de zorros desfilan por el metraje una serie de entrañables e insólitos animales: una zarigüeya llamada Kylie (nada que ver con la Minogue), una rata vigilante de sidra con complejo de karateka, un tejón abogado… Los personajes humanos reflejados en el film (sobre todo los tres granjeros) resultan realmente desagradables y, tal vez, demasiado estúpidos.
A pesar de ser muy bien recibida por la crítica especializada Fantástico Sr. Fox no cuajó en las taquillas… ¿Por qué? Tal vez sea porque aquí no encontramos esculturales princesas con un cabello impoluto, ni interminables canciones con moralina, ni mensajes que propugnan que lo importante es la belleza interior.

Fantástico Sr. Fox es un film estéticamente admirable y muy entretenido, con grandes dosis de humor. Una cinta animada poco convencional, plagada de personajes la mar de simpáticos y entrañables.