lunes, 16 de agosto de 2010

Killers, a medio camino de todo

Ponga en un bol unas cucharadas de humor, acción y romance, añada grandes dosis de Sr. y Sra. Smith, una trama increíblemente insulsa, unos cuantos millones de dólares y obtendrá una película poco memorable llamada Killers.

El mayor atractivo de esta supuesta comedia reside en el indiscutible carisma de dos jóvenes stars de Hollywood que rebosan lozanía y talento: Ashton Kutcher y Katherine Heigl. El primero no ha dejado de trabajar desde que fue descubierto en la sitcom Aquellos maravillosos 70: El efecto mariposa, American Playboy, El amor es lo que tiene, Recién casados, Colega ¿Dónde está mi coche?... En la actualidad es uno de los actores más queridos por la audiencia yanqui, arrastra a millones de seguidores en Twitter y está casado con una Demi Moore más cañón que nunca. Por cierto, también ejerce de productor de Killers. Heigl, conocida por encarnar a Izzie Stevens en la cada vez más lacrimógena Anatomía de Grey, también es una veterana del cine y la televisión, aunque últimamente parece encontrarse muy cómoda en comedias románticas con poca enjundia (27 vestidos, La cruda realidad). Francamente, Killers no será un punto de inflexión en la carrera de ninguno de los intérpretes.
Jen (Heigl) es una joven que, tras ser abandonada por su último noviete, decide irse de vacaciones con sus padres (Tom Selleck y Catherine O’Hara) a Niza. Allí conocerá a un joven (Kutcher) que parece ser el colmo de la perfección. Pero si la cosa acabara ahí no tendríamos película ¿verdad? Tres años después la neurótica y perfeccionista chica descubrirá que su ya marido era un espía internacional que vivía “a una pistola pegado”.

Puede que aunar diferentes géneros en una misma película no sea una idea tan brillante después de todo. No hay más que ver Killers: no es muy divertida ni romántica y la trama de acción no resulta para nada convincente. Robert Luketic (Una rubia muy legal) ha querido atraer a todo tipo de público, y lamentablemente no ha podido contentar a nadie. Aunque tampoco vamos a ser excesivamente críticos con esta producción ligera sin pretensiones. Vedla si tenéis una tarde tonta y no os apetece pensar en NADA. ¿Lo mejor? Contemplar la belleza de Niza (le entran ganas a uno de comprar un billete de avión ipso facto), algunas sorpresillas y el trabajo de dos veteranos secundarios: Tom Selleck, el inolvidable Magnum que aún conserva intacto su frondoso bigote, y Catherine O’Hara, que hace ya un par de décadas tuvo que soportar las chiquilladas de Macaulay Culkin en Solo en casa.

2 comentarios:

Finileta dijo...

Mikel!!
Era la mítica que me apetecía ver!! No esperaba que fuese gran cosas porque la combinación comedia romántica-acción nunca es fácil (no hay más que ver casos como el de 'Exposados'), así que le daré una oportunidad, pero sin muchas expectativas.
Por cierto, me encanta haber descubierto a Katherine Heigl en el gran exitazo 'Mi padre, ¡Que ligue!'

Maik dijo...

Eii además en esa peli estaba guapísima!De hecho, yo creo que la vi en el cine y todo. Muy fuerte.

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