sábado, 26 de febrero de 2011

Primos, risas por doquier

Aún me acuerdo de cuando vi AzulOscuroCasiNegro, la ópera prima de Daniel Sánchez Arévalo, director de la cinta que nos ocupa. Me pareció algo extraña, pero me gustó. También me sirvió para descubrir a tres actores prácticamente desconocidos por aquel entonces: Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo y Antonio de la Torre. Todos ellos han vuelto a coincidir en el tercer largo de Sánchez Arévalo: Primos. Una comedia generacional con chispa protagonizada por tres primos de caracteres diametralmente opuestos.

Cuando a Diego (Quim Gutiérrez) lo plantan en el altar, sus primos Julián (Raúl Arévalo), el típico macarra con verborrea y buen fondo, y José Miguel (Adrián Lastra), un hipocondríaco de mucho cuidado totalmente absorbido por su novia, acuden en su ayuda. Para animar al desconsolado primo, deciden emprender un viaje a la localidad de Comillas –Cantabria-, donde veraneaban y en la que planean reencontrarse con el amor de juventud de Diego (Inma Cuesta). Las verbenas en la plaza del pueblo, los puestos con souvenirs de poca monta (las míticas camisetas con mensajes vagamente originales no tienen precio), las barracas, los inolvidables concursos de playback y/o karaoke (¿quién no ha participado en uno?) y los paseos por la playa son algunos de los ingredientes que no pueden faltar en todo verano que se precie. Tampoco personajes emblemáticos del pueblo, como “El Bachi” (Antonio de la Torre), que en su día regentaba un videoclub, y su hija (una crecidita Clara Lago).
Lo mejor de Primos es su ingenio. Ofrece elevadas dosis de humor (un pelín grueso) y a juzgar por la cantidad de risas escuchadas en la sala de cine, divierte al espectador. Los tres actores principales demuestran de sobra sus dotes cómicas interpretando a tres primos muy pero que muy estereotipados. Y el resto del reparto tampoco se queda corto. Adrián Lastra y su parche son todo un descubrimiento e Inma Cuesta (de la serie Águila roja) me parece “re-guapa”. Desde luego, todo el que la ha visto coincidirá conmigo en una cosa: el momento “Backstreet Boys” es antológico y desternillante. Tal vez, como ocurre en la mayoría de las comedias, el único defecto de Primos sea su previsibilidad, pero logra hacernos reír y olvidarnos, durante algo más de hora y media, de las preocupaciones diarias.

Por cierto, me han entrado unas ganas terribles de ir a Comillas este verano. Y no necesariamente con mis primos.

--Un pequeño inciso para comentar que espero ansioso la entrega de los Oscar este domingo. Mi siguiente crítica será sobre El cisne negro, cinta que me impactó sobremanera. Natalie está inmensa y como no consiga la estatuilla creo que me enfadaré seriamente con el mundo… ¡Y Colin, espero que tú también te lo lleves!

1 comentario:

Finileta dijo...

Al principio pensé que tenía pinta de tontería, pero entre tu crítica y otra que leí en 'El País' me apetece verla. Las comedias para pasar el rato siempre tienen que ser entretenidas.
Me apunto a esa excursión que quieres hacer a Comillas que yo también quiero verlo ;)

PD: Creo que está cantado que Natalie Portman y Colin Firth son los Oscars de este año, aunque con los académicos nunca se sabe...

Publicar un comentario