Cuando a Diego (Quim Gutiérrez) lo plantan en el altar, sus primos Julián (Raúl Arévalo), el típico macarra con verborrea y buen fondo, y José Miguel (Adrián Lastra), un hipocondríaco de mucho cuidado totalmente absorbido por su novia, acuden en su ayuda. Para animar al desconsolado primo, deciden emprender un viaje a la localidad de Comillas –Cantabria-, donde veraneaban y en la que planean reencontrarse con el amor de juventud de Diego (Inma Cuesta). Las verbenas en la plaza del pueblo, los puestos con souvenirs de poca monta (las míticas camisetas con mensajes vagamente originales no tienen precio), las barracas, los inolvidables concursos de playback y/o karaoke (¿quién no ha participado en uno?) y los paseos por la playa son algunos de los ingredientes que no pueden faltar en todo verano que se precie. Tampoco personajes emblemáticos del pueblo, como “El Bachi” (Antonio de la Torre), que en su día regentaba un videoclub, y su hija (una crecidita Clara Lago).
Por cierto, me han entrado unas ganas terribles de ir a Comillas este verano. Y no necesariamente con mis primos.
--Un pequeño inciso para comentar que espero ansioso la entrega de los Oscar este domingo. Mi siguiente crítica será sobre El cisne negro, cinta que me impactó sobremanera. Natalie está inmensa y como no consiga la estatuilla creo que me enfadaré seriamente con el mundo… ¡Y Colin, espero que tú también te lo lleves!
1 comentario:
Al principio pensé que tenía pinta de tontería, pero entre tu crítica y otra que leí en 'El País' me apetece verla. Las comedias para pasar el rato siempre tienen que ser entretenidas.
Me apunto a esa excursión que quieres hacer a Comillas que yo también quiero verlo ;)
PD: Creo que está cantado que Natalie Portman y Colin Firth son los Oscars de este año, aunque con los académicos nunca se sabe...
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