lunes, 30 de enero de 2012

Jane Eyre, un drama de época con pocos peros

Siendo un mozalbete que poco sabía de la vida (sin querer decir con esto que ahora sepa demasiado) vi la adaptación de Jane Eyre de Zeffirelli protagonizada por William Hurt y Charlotte Gainsbourg. Aunque la recuerdo vagamente, me atrevería a afirmar que me gustó. Pues bien, esta nueva versión, dirigida Cary Joji Fukunaga, tampoco me ha defraudado.
Se trata de una película que cautivará a los amantes de los dramas de época. Aquí no hay efectos especiales deslumbrantes, pero todos los elementos han sido escrupulosamente cuidados y hacen que esta sea una cinta redonda. Una película como la que nos ocupa difícilmente liderará el box-office, aunque siempre tendrá su público, demostrando que heroínas de la literatura clásica como Jane Eyre nunca pasan de moda. Tras ser repudiada por su tía política, Jane es enviada a un orfanato, donde destaca por su fuerte personalidad. Unos años después consigue un trabajo como institutriz en la mansión Thornfield, propiedad del señor Rochester, un hombre misterioso e irascible. Surgirá entre ambos una historia de amor imposible, marcada por un oscuro secreto. Vale, puede que esta folletinesca sinopsis cause rechazo a más de uno, pero no debería.

No puedo más que alabar las sólidas interpretaciones de Mia Wasikowska (la Alicia de Tim Burton, también vista en Los chicos están bien) y el ahora solicitadísimo Michael Fassbender (X-Men: Primera Generación, Un método peligroso). La joven Wasikowska, dueña de una poderosa mirada y no tan explosiva como sus coetáneas, es una de esas actrices capaz de expresarse sin necesidad de articular palabra. Y Fassbender borda el rol de Rochester, con su carisma y sombría elegancia. El elenco incluye a la gran Judi Dench, Jamie Bell (que haga lo que haga siempre será Billy Elliott) y Tamzin Merchant, la Catalina Howard de Los Tudor.
Como película, tal vez sea un tanto fría y oscura (y dicho sea de paso, fiel a la emblemática novela de Brontë) y puede resultar densa para un tipo de espectador ajeno a largos silencios y miradas sostenidas. Desde luego, poco tiene que ver con las películas ligeras de consumo rápido que últimamente abundan en nuestras salas… ¡menos mal!

1 comentario:

Nahia dijo...

¿Puedes creerte que nunca he visto una adaptación cinematográfica ni he leído el libro (y eso que me lo regalaron hace años)? No sé xq esta historia me da tantísima pereza la verdad teniendo en cuenta mi gran afición a Austen (algo más ligera que las Brontë) y a 'Cumbres Borrascosas'.

Después de leer tu crítica igual hasta me animo.

¡Genial que hayas vuelto a recuperar tu asiduidad a la blogosfera!

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